Personajes principales

Personajes de Lazarillo de Tormes 

Lázaro de Tormes

Lázaro perdió a su padre cuando era un niño, y perdió a su madre poco después para irse con un amo ciego que lo crió a través de maltrato; Lázaro aprendió de él a ser una persona astuta, maliciosa y tramposa.

El Ciego

El Ciego era tramposo y avaricioso; le enseñaba todo a Lázaro a golpes, lo cual podría ser la razón por la que él mismo se convirtió en alguien así. El Ciego fue la persona que más impactó la vida del protagonista; lo maltrataba física y psicológicamente; cuando lo lastimaba le daba ayuda médica, pero era para mantenerlo sirviéndole.

El Clérigo

Era tramposo y avaricioso, al igual que el Ciego; sin embargo, este, siendo un religioso, representa la corrupción que abundaba en aquella época. El Clérigo robaba pan y lo escondía para sí mismo, y Lázaro lo robaba de él.

El Escudero de Valladolid

El escudero era una persona arrogante y presumida, pero lo era sin tener mucho de qué presumir. De hecho, no tenía mucho de nada, en general; lo poco que tenía lo usaba para aparentar ser un hombre de bien a quien la gente vería como importante.

El Escudero sirve como una representación de las falsas apariencias; simula ser un hombre rico, poderoso e importante, pero termina teniendo que ser mantenido por su mozo, Lázaro. Sin embargo, este es el primer amo que trata bien a Lázaro, por lo cual este último siente tanto respeto como simpatía hacia él.

Eventualmente, los dueños de la casa donde viven Lázaro y el Escudero llegan a cobrarle al Escudero, quien dice que irá a buscar dinero y desaparece, abandonando así a su mozo. El Escudero, a pesar de ser misericordioso (y mostrar corazón a pesar de aparentar ser arrogante, lo cual podría ser otra representación de las falsas apariencias), escapa y deja a Lázaro a sufrir consecuencias de actos por los que no es responsable.

El Doctor Curalotodo

Este personaje, siendo el cuarto amo de Lázaro, le brindaba hogar y alimento; sin embargo, el Doctor conseguía su dinero vendiendo un ‘remedio’ que era una farsa. Llenaba un frasco con agua del río y decía que era cura para cualquier enfermedad.

El Doctor Curalotodo llega hasta el extremo de aliarse con un alguacil para poder vender su “medicina”, con el cual engañó a todo el pueblo